lunes, 27 de septiembre de 2010

NOS ESTAMOS VOLVIENDO LOCOS

Hace años, cuando la educación era más simple, éramos generación de EGB, BUP, COU y FP, los maestros eran profesionales muy respetados en todos los niveles, recuerdo cuando era niña y mis padres hablaban con mi profesor- tutor, el respeto con el que era tratado, tanto en casa como en el centro, el respeto que tanto me inculcaron hacia el trato y la obediencia hacia mis profesores, los castigos y riñas que recibía de mis padres cuando tenían la más mínima queja.

Hoy soy yo la maestra, enseño a niños y niñas de Educación Infantil y trato de concienciarles sobre la importancia del respeto, la tolerancia y esos valores que son tan decisivos para una convivencia sana dentro de nuestra sociedad, esta parte de la educación no se ha modificado, los contenidos, se llamen de una u otra manera, siguen siendo los mismos, pero algo ha cambiado, nuestra relación con los padres y los alumnos llegando incluso, en ocasiones, a una falta clara de respeto.

Ya no se pide, se exige, se protesta por todo, no se aceptan las normas establecidas ni por el centro ni por los profesores, se alegan los posibles traumas que le pueda causar a un niño de 3 a 5 años levantarse temprano y llegar a su hora al aula, ser autónomo, reprenderle si hace algo mal… Por otro lado, se fomentan la violencia, los caprichos, el salirse con la suya, la dependencia del adulto.

Nosotros los maestros tenemos que enfrentarnos diariamente, en muchos centros, a situaciones complicadas y muchas veces violentas, a la falta de respeto continuado y, por desgracia, a veces nos sentimos solos.

En la televisión cada vez se ven más casos de violencia en los centros por parte del alumnado, se habla de acoso, agresión física y verbal…, pero en niveles superiores, ¿es que nadie se ha preguntado qué es lo que pasa en los niveles inferiores? En los siete años que llevo trabajando en esta especialidad en diferentes provincias, he llegado a la misma conclusión conjuntamente con otros compañeros, la situación está empeorando, cuando hablamos con los padres en reuniones, tutorías, básicamente se discuten normas elementales del centro como horarios, autonomía al ir al baño…

Cada vez más se desea una continuidad de la figura de la guardería, en general, se da poca importancia al aprendizaje tanto ético como conceptual. Esa colaboración de la que tanto hablan las leyes de educación entre familia y escuela, cada vez es menos frecuente. Deberíamos preguntarnos ¿por qué somos el enemigo? Muchos compañeros cada curso escolar que viene estamos un poco más desmotivados. ¿Qué deberíamos hacer para mejorar esta situación? ¿Nos estamos volviendo locos?
FUENTE:MÓNICA GARCÍA LAGO, MAESTRA EDUCACIÓN INFANTIL

EL DIBUJO

El dibujo es una de las formas de expresión más antiguas de la humanidad. Se utiliza el dibujo como una forma de comunicación desde la prehistoria, cuando los primeros hombres, a través de pequeñas figuras, dibujadas en rocas y en las paredes de las cuevas, manifestaban sus ideas y pensamientos entre sí. Al principio, usaban los dibujos para comunicarse, para expresar opiniones, ya que todo el mundo era prácticamente iletrado. Los dibujos funcionaban como escritura. Con el tiempo, el dibujo fue ganando nuevas formas, nuevos trazos, y se fue perfeccionando hasta la realidad actual. El dibujo es, por lo tanto, una representación gráfica de un objeto real o de una idea abstracta.

El dibujo y las etapas de los niños

El dibujo es, casi siempre, la primera gran obra de los niños. Representa su primer gran tesoro expresivo ya que, a través de los dibujos los niños dicen muchas cosas de sí mismos. Puede ser que esta sea la razón por la cual muchos padres estén cada día más interesados por los dibujos que hacen sus hijos. El dibujo se puede convertir, en algunos casos, en el termómetro del estado de ánimo del niño, ya que traduce lo que el niño siente, piensa, desea, o lo que a él le inquieta, le hace alegre o triste.

Cada niño es un mundo y eso se ve en sus dibujos. Si pides a un grupo de niños que dibuje a una casita en el campo, todos los dibujos saldrán distintos. Pueden parecerse en algo, pero jamás serán iguales. Además de eso, hay que considerar que los dibujos también siguen algunas etapas que podríamos señalar como:

- la etapa del garabato - de los 3 a los 6 años de edad
- la etapa del esquema - de los 6 a los 9 años de edad
- la etapa intermedia - de los 9 a los 12 años de edad
- la etapa de la reproducción fiel - de los 12 a los 14 años de edad
- la etapa de la representación espacial - a partir de los 14 años de edad.

Psicomotricidad

El dibujo es una actividad espontánea y como tal hay que respetarla y considerarla como la gran obra de los niños. Si el niño tiene ganas de dibujar, anímale siempre a que lo haga. Lo ideal es que todos los niños pudiesen tener, desde la más temprana edad, algún contacto con el lápiz y el papel. Empezarán con garabatos, y luego estarán dibujando formas más reconocibles. Cuanto más dibujen los niños, mejor dibujarán, y más beneficios se notará en su desarrollo. El dibujo facilita y hace evolucionar el niño en la:

1- psicomotricidad fina
2- escritura y la lectura,
3- confianza en sí mismo
4- expresividad de emociones, de sentimientos y sensaciones
5- comunicación con los demás y consigo mismo
6- creatividad
7- formación de su personalidad
8- madurez psicológica
FUENTE:guiainfantil.com

El Niño Tímido

La timidez es una emoción común, pero poco entendida. Cada uno se ha sentido ambivalente o tímido en nuevas situaciones sociales. Sin embargo, a veces la timidez puede interferir con el desarrollo social óptimo y restringir el aprendizaje de los niños. Este resumen (1) describe tipos y manifestaciones de la timidez, (2) la investigación de revisiones en influencias genéticas, temperamentales, y ambientales en la timidez, (3) se distingue entre la timidez normal y problemática, (4) y sugiere modos de ayudar a un niño tímido.


¿Qué es la timidez?


El sentimiento básico de la timidez es universal, y puede haber evolucionado cuando un mecanismo adaptable solía ayudar a individuos a enfrentarse con estímulos sociales nuevos. La timidez se siente como una mezcla de emociones, incluso miedo e interés, tensión y agradabilidad. Los aumentos en los latidos del corazón y de la tensión arterial pueden acompañar estos sentimientos. Un observador reconoce la timidez por algunas características, como ser mirar hacia abajo fijamente y reticencia física y verbal. El discurso de la persona tímida es a menudo suave, trémulo, o dudoso. Los niños más jóvenes pueden llevar sus pulgares a la boca; un acto tímido, sonriendo y quitándolos de la boca alternativamente (Izard y Hyson, 1986).


La timidez es distinguible por dos modelos de comportamiento relacionados: cautela y la poca interacción social. La cautela infantil de forasteros carece de la calidad de acercamiento/evitación ambivalente que caracteriza la timidez. Algunos niños más grandes pueden preferir un juego solitario y parecen tener pocas necesidades de interacción social, pero no experimentan ninguna tensión del verdadero niño tímido.


Los niños pueden ser vulnerables a la timidez en puntos particulares del desarrollo. La timidez temerosa en respuesta a nuevos adultos surge en la infancia. Los avances cognoscitivos en la conciencia de sí mismo traen la mayor sensibilidad social en el segundo año. La propia – timidez consciente - aparece a la edad de 4 o 5 años. La adolescencia temprana esta acompañada de un pico de cohibición (Buss, 1986).


¿Qué situaciones hacen sentir tímido al niño?


Los nuevos encuentros sociales son las causas más frecuentes de timidez, sobre todo si la persona tímida se siente el foco de la atención. "Una epidemia de la timidez" (Zimbardo y Radl, 1981) ha sido atribuida al ambiente social que cambia rápidamente y las presiones competitivas de la escuela y del trabajo por el cual los niños de los años 1980 y los adultos deben adaptarse. Los adultos que constantemente llaman la atención a que otros piensen en el niño, o quiénes permiten al niño un poco de autonomía, pueden animar sentimientos de timidez.


¿Por qué son algunos niños más tímidos que otros?


Algunos niños son predisposición tímidos: ellos con mayor probabilidad que otros van a reaccionar a nuevas situaciones sociales con un comportamiento tímido. Incluso estos niños, sin embargo, pueden mostrar timidez sólo en ciertas clases de encuentros sociales. Los investigadores han implicado tanto a la nutrición como a la naturaleza en estas diferencias individuales.



Algunos aspectos de la timidez son aprendidos. El fondo cultural de los niños y el ambiente familiar ofrecen modelos de comportamiento social. Los niños chinos en el cuidado de día han sido encontrados socialmente más reticentes que los niños caucásicos, y los niños suecos relatan más incomodidad social que los americanos. Algunos padres, etiquetando a sus niños como tímidos, parecen animar una profecía de autorrealización. Los adultos pueden lisonjear a niños tímidos en la interacción social, así reforzando este comportamiento (Zimbardo y Radl, 1981).


Existen evidencias de una base hereditaria o temperamental para algunas variaciones de la timidez congenita. De hecho, la herencia juega un papel más importante en la timidez que en cualquier otro rasgo de la personalidad (Daniels y Plomin, 1985). Los estudios de adopción pueden predecir la timidez en niños adoptados de la sociabilidad de la madre biológica. Los niños sumamente inhibidos muestran diferencias fisiológicas de niños sin inhibición, incluso ritmo cardiaco más alto y más estables. De los 2 a los 5 años, los niños más inhibidos siguen mostrando el comportamiento reticente con nuevos pares y adultos (Reznick y otros, 1986). Los modelos de pasividad social o inhibición son notablemente consecuentes en estudios longitudinales del desarrollo de la personalidad


A pesar de estas pruebas, la mayor parte de los investigadores enfatizan que las influencias genéticas probablemente explican sólo una pequeña proporción de la timidez auto etiquetada. Las predisposiciones incluso hereditarias pueden ser modificadas. Los niños adoptados adquieren realmente algunos estilos sociales de sus padres adoptivos (Daniels y Plomin, 1985), y los niños sumamente inhibidos a veces se vuelven socialmente más cómodos por los esfuerzos de sus padres (Reznick y otros, 1986).


¿Por qué es la timidez un problema?


La timidez puede ser una respuesta normal, adaptable a la experiencia social potencialmente aplastante. Siendo algo tímido, los niños pueden retirarse temporalmente y ganar un sentido de control. Generalmente, cuando los niños adquieren experiencia con la gente desconocida, la timidez mengua. En ausencia de otras dificultades, los niños tímidos no han sido encontrados para estar considerablemente en peligro psiquiátrico o problemas de comportamiento (Honig, 1987). En contraste, los niños que exponen la timidez extrema que no es, ni específica por el contexto, ni pasajera pueden estar un poco en riesgo. Tales niños pueden carecer de habilidades sociales o tener auto imágenes pobres (Sarafino, 1986). Los niños tímidos han sido encontrados como menos competentes en la iniciación de juegos con los pares. Los niños de edad escolar que se tasan como tímidos tienden a pensar en ellos mismo como menos y considerarse menos amistosos y más pasivos que sus pares no tímidos (Zimbardo y Radl, 1981). Tales factores afectan negativamente las percepciones de los otros. Zimbardo relata que la gente tímida a menudo es juzgada por los pares de ser menos amistosas y agradables que la gente no tímida. Por todos estos motivos, los niños tímidos pueden ser descuidados por los pares, y tener pocas posibilidades para desarrollar habilidades sociales. Los niños que siguen siendo tímidos en exceso en la adolescencia y la adultez se describen a ellos mismo como más solitarios, y teniendo menos amigos íntimos y menos relaciones con miembros del sexo opuesto, que sus pares.


Estrategias para ayudar a un niño tímido

- Conozca y acepte al niño tal y como es. La timidez es sólo un aspecto de la personalidad del niño. Ser sensible a los intereses del niño y sentimientos permitirá que usted construya una relación con el niño y muestre que usted lo respeta. Esto puede hacer del niño más confidente y menos inhibido.


- Construya la autoestima. Los niños tímidos pueden tener auto imágenes negativas y pueden sentir que ellos no serán aceptados. Refuerce a niños tímidos para demostrar habilidades y animar su autonomía. Elógielos a menudo. "Los niños que se sienten bien sobre ellos probablemente no serán tímidos" (Sarafino, 1986, p. 191).


- Desarrolle habilidades sociales. Refuerce a niños tímidos para el comportamiento social, aun si esto es solo un juego paralelo. Honig (1987) recomienda enseñar a niños "palabras de habilidad sociales" ("¿puedo jugar, también?") y técnicas de adaptación social mediante juegos de roles. También, las oportunidades de jugar con chiquitos en situaciones de uno y uno pueden permitir que niños tímidos se vuelvan más asertivos (Furman, Rahe, y Hartup, 1979). Jugar con nuevos grupos de pares permite a los niños tímidos desarrollar un nuevo comienzo y conseguir un estado de par más alto.


- Permita al niño foguearse en nuevas situaciones. Empujando a un niño a una situación que él o ella ven cuando como amenazas probablemente no ayudarán al niño a construir habilidades sociales. Ayude al niño a sentirse seguro y proporcione materiales interesantes para atraerlos a interacciones sociales (Honig, 1987).


- Recuerde que la timidez no es del todo mala. No todos los niños necesitan o quieren ser el foco de la atención. Algunas cualidades de la timidez, como modestia y reserva, son vistas como positivas (Jones, Mejilla, y Briggs, 1986). Mientras un niño no parece excesivamente incómodo o descuidado alrededor de otros, las intervenciones drásticas no son necesarias.


fuente : educacioninfantil.com

lunes, 20 de septiembre de 2010

¿Demasiada exigencia para los niños en preescolar?


Había una vez cuando los niños no asistían al preescolar para nada, y los que sí, se pasaban el tiempo cortando, pegando y jugando a las casitas. En estos días, el preescolar es un pasaje ritual, y los preescolares “académicos” que prometen preparar a los niños para el mundo competitivo están volviendo más y más populares. Pero son una buena idea?

No verdaderamente, dicen muchos expertos. “Investigaciones…muestran que los preescolares académicos no ofrecen a los niños ventajas a largo plazo académicamente, pero los hacen mas ansiosos,” dice Roberta Golinkoff, autora de Einstein Never Used Flash Cards: How Our Children Really Learn and Why They Need to Play More and Memorize Less.

Mientras cada preescolar es diferente, hay algunas cualidades que los mejore comparten, de acuerdo a Martha E. Mock, profesora asistente en la University of Rochester Warner School of Education. “Los niños pequeños aprenden mejor a través de la interacción significativa con materiales reales y adultos amorosos y sus pares, no a través de profundizar en habilidades aisladas,” ella dice.

Los expertos en desarrollo infantil dicen que, en los preescolares académicos, los niños suelen aprender matemáticas y a leer, sacrificando sus habilidades sociales. Los niños provenientes de programas basados en juegos generalmente se ponen al día académicamente, mientras que niños de contextos académicos pueden nunca ponerse al día socialmente. Esto puede ser devastador para su autoestima.

No es sorprendente que los seguidores de preescolares académicos estén en desacuerdo. “Los niños a esa corta edad son como pequeñas esponjas, y a cuánta mayor información puedas exponerlos, mejor,” dice Shirley Mace, administradora en el Stratford School, que señala que ese programa incluye tiempo para jugar. Sin embargo, agrega, el programa es “no para un niño hiperactivo…[es mejor para uno que puede] sentarse y concentrase por 20-30 minutos”.

Muchos padres dicen que sus hijos están preparados para el desafío. “Él es muy curioso, hace muchas preguntas, entiende las cosas a en un nivel profundo- en total [él es] cognitivamente avanzado para su edad,” dice una madre cuyo hijo asiste a un preescolar avanzado. Contrariamente al estereotipo de los padres que ponen presión, muchas familias mandan a un hijo a preescolar académico y a sus hermanos a uno tradicional basado en juegos, dependiendo de las personalidades. Otros eligen tres veces por semana en un programa académico y dos días por semana en un preescolar basado en juegos, esperando lograr lo mejor de ambos mundos.

Ya sea que sientas que tu hijo florecerá mejor en un ambiente con códigos de etiqueta y mesas de arena, o uno con un currículo académico regular, la buena noticia es que hay muchas opciones allá afuera. Sólo asegúrate de que además de trabajo haya mucho tiempo para el tiempo libre. Porque jugar debe ser un componente mayor del día de cada niño.
Fuente:educacióninfantil.com ,

El lector precoz no siempre ama los libros


Si tienes un niño pequeño probablemente ya lo has visto: la presión está puesta en leer temprano. Tal vez hayas escuchado que otros padres eligiendo preescolares “académicos” o debatiendo diferentes sets de “lectores tempranos”. Hoy en día, incluso puedes encontrar un niño o dos leyendo libros de capítulos al final del jardín de infantes.

Si estas pensando: “Espera un momento!” no estas sola: muchos expertos en la lectura comparten tus preocupaciones. “A dónde vas tan deprisa?” dice Joanne Rossi, especialista en lectura y decana del School of Education at Notre Dame de Namur University. En mas de treinta años de investigación y práctica, ella ha llegado a una simple conclusión: los niños aprenderán a leer cuando estén listos, y no antes.

Es natural querer que tu hijo se mantenga al día con sus pares, pero las apariencias pueden ser decepcionantes. De acuerdo a Rossi, algunos otros estudiantes parecen tener éxito temprano, pero pueden ser sólo “llamadores de palabras”, que carecen de un rango completo de habilidades sociales, emocionales y cognitivas que necesitan para comprender y disfrutar lo que leen. Y los lectores precoces no pueden esperar ventajas garantizadas a largo plazo: por tercer grado, los otros estudiantes generalmente se ponen al día.

Muchas veces, ella explica, los niños no están preparados para la lectura independiente a la edad de cuatro o cinco, y presionarlos puede tener efectos a largo plazo. En algunos casos, ellos se pausarán temprano, “fracasando,” como dice Rossi, “antes de tener la oportunidad de tener éxito.” Los déficits específicos de lectura pueden ser identificados más tarde, ella agrega, pero la baja autoestima que resulta del fracaso temprano es “un problema que puede tomar años resolver.”

Enfrentados a posibilidades tan horribles, que deben hacer los padres? Rossi, como muchos investigadores, recomienda enfocarse no en destrezas pero en un amor a la lectura y los libros. Lean en voz alta, ella insiste. Saboreen fotos, y señalen lo que es conocido como “impresión ecológica,” como señales en la ruta o etiquetas de comida. Hablen, hablen, hablen de todo esto y manténganse relajados. Cuando un niño comienza a preguntar sobre palabras, a “leer” usando imágenes y palabras visuales, y a reconocer sonidos de letras, luego él o ella ha comenzado un sólido y natural camino a la lectura.

Para muchos niños este viaje comienza alrededor de los cinco años, y es verdaderamente entretenido. Pero si sucede a los seis años en vez, o incluso siete, los expertos insisten en que respetes es ritmo más lento. Como el Dr. David Elkind, profesor y autor del renovado libro The Hurried Chile, discute, “Pienso que Frederick Froebel, inventor del jardín de infantes, lo dijo mejor… ‘los niños necesitan aprender el lenguaje de las cosas antes de aprender el lenguaje de las palabras.’” En otras palabras, cuando de trata de amantes de la lectura, hay mucho espacio para pájaros “tardíos” también.

FUENTE . educacioninfantil.com

LOS MAESTROS QUE DEJAN HUELLA EN LOS NIÑOS Y NIÑAS

Seguramente a muchos padres nos gustaría poder mirar por un agujerillo lo que se "cuece" en la clase de nuestro hijo. Poder así ser testigos presenciales del ejercicio profesional de los maestros y de cómo nuestro hijo se desenvuelve en el colegio. Pero, en cierto modo, podemos acceder a esta pequeña ventana, mirando la felicidad de nuestros hijos cuando van al cole; ellos reflejan fielmente la tranquilidad y satisfacción, o por el contrario, la indiferencia, la ansiedad o la preocupación que sienten.
Con toda seguridad, muchos de nosotros guardamos con cariño gratos recuerdos y experiencias vividas en el colegio, con un profesor o profesora concretos. Un maestro que admirábamos, que dejó en nosotros una huella imborrable, y que no sólo nos enseñaba a sumar y a escribir correctamente, sino que además sabía sacar lo mejor de nosotros, nos trataba con respeto y se hacía respetar, nos consolaba, valoraba nuestros esfuerzos, nos comprendía...

Los maestros que dejan huella en los niños
El profesor supone para un niño no sólo la figura que le proporciona conocimientos, sino con el establece durante un largo periodo de tiempo una estrecha y especial relación. El ejemplo del maestro, al igual que el de la familia, repercutirá en nuestro hijo. Su manera de hablar, su forma de vestir, su trato, su atención, su estímulo, su cariño... quedarán grabados a fuego en nuestros pequeños.

La educación de nuestros hijos no sólo debería comprender aspectos puramente cognitivos, sino también hábitos, buenas maneras, valores y sentimientos. El ilustre doctor Gregorio Marañón afirmaba algo así como que el médico que sólo sabe medicina, no sabe nada, ni siquiera medicina. El ser humano no es un ordenador en el que meter datos, hay otras muchas cosas que hay que cultivar, especialmente debemos educar a nuestros hijos con un objetivo claro: que sean capaces de vivir felices. La inteligencia emocional y el desarrollo del potencial intelectual deberían ir un solo paquete y cultivarla desde múltiples frentes.

¡Educar es una tarea hermosa, aunque difícil! El otro día me enviaron una historia de esas que circulan por internet, era sobre una maestra que aprendió a educar realmente cuando supo lidiar con un alumno conflictivo. Detrás de su dejadez y mal comportamiento, ella pudo descubrir, no sin esfuerzo, que se escondía una historia dramática y un niño inteligente y noble, ávido de alguien que supiera tenderle una mano. Ella supo ver su valor y le ayudó a florecer. Desde ese momento, recibió el honorífico título de: "mi mejor maestra" para un niño que puedo llegar a encontrar la felicidad y el rumbo de su vida.

Patro Gabaldón. Redactora de GuiaInfantil.com

EL SÍNDROME POSTVACACIONAL EN LOS NIÑOS Y NIÑAS

El síndrome postvacacional no afecta solamente a un 15% de los adultos. También afecta a los niños entre un 5 y un 8%, principalmente a los hijos de padres que también sufren con los síntomas de este síndrome. Tristeza, apatía, decaimiento, falta de concentración, ansiedad e irritabilidad, son las principales señales que pueden indicar que un niño está afectado por el síndrome. Si el cuadro avanza, los niños pueden ser físicos, con dolores de cabeza, de estómago o insomnio.

Cómo prevenir el síndrome postvacacional

El síndrome postvacacional provoca molestias físicas y psíquicas en los niños. Para prevenir estos problemas los expertos aconsejan que los padres ayuden a sus hijos a recuperar la rutina escolar por lo menos una semana antes de empezar el colegio. Para eso, hace falta algunas recomendaciones para volver a la rutina, como por ejemplo:

- Establecer nuevos horarios para dormir y despertar. Poco a poco, ir ajustando el horario de las vacaciones con los de la época de colegio. Eso ayudará al niño a que no acuda el primer día de cole cansado. Evitará que esté irritado y malhumorado.

- Determinar un horario, todos los días, para que los niños revisen lo que fue estudiado en el curso anterior. Conviene que den una ojeada en las tablas de multiplicar, en algún tema de Lengua, de Conocimiento del Medio, de Ingles, para evitar alguna inseguridad que pueda sentir al iniciar un nuevo curso.

- No dejar todo para la última hora. Ni la compra de los libros, ni del material escolar que aún falta, de la mochila, estuche, del uniforme o ropa casual. Los niños podrán participar en tareas como forrar los libros, poner su nombre en los libros, limpiar los zapatos, etc. Eso evitará la ansiedad y la preocupación de los niños.

- Sería interesante que el niño entrara en contacto con sus mejores amigos del cole e intentara encontrarse personalmente con ellos para jugar, y así romper un poco el hielo del reencuentro.

- No se debe dar tanta importancia cuando el niño se queja de que tiene que volver al colegio. ¿A quién no le gustaría estar siempre de vacaciones? Por esta razón, no le haga tanto caso, y busca adoptar una actitud positiva en cuanto al colegio, para él. Ya verás que cuando lo recojas en el colegio el primer día, él volverá encantado y contento, y lleno de novedades para contarte.

El síndrome postvacacional suele durar de dos días a una semana. No se trata de una enfermedad, por lo tanto, no hay que dar vueltas al tema. Que no cunda el pánico. Es apenas una etapa de transición. Solo deberá preocuparse de verdad si, al cabo de dos semanas, el niño sigue no queriendo ir al colegio. Seguramente será por otro motivo.
fuente: guiainfantil.com

REUNIÓN INFANTIL 5 AÑOS

EL PRÓXIMO MARTES 21 DE SEPTIEMBRE, A LAS 16:30 H ,TENDRÁ LUGAR EN LAS CLASES DE INFANTIL 5 AÑOS UNA REUNIÓN CON LAS FAMILIAS PARA TRATAR TEMAS DE INTERES PARA EL INICIO DE CURSO. ESPERANDO LA ASISTENCIA DE TODOS LOS PADRES Y MADRES LES MANDAMOS UN SALUDO.
LAS TUTORAS Y EL TUTOR DE 5 AÑOS.

lunes, 6 de septiembre de 2010

REUNIÓN INFORMATIVA NIVEL 3 AÑOS

El próximo día 8 de Septiembre, a las 10:00 h., tendrá lugar la reunión con las familias del alumnado que por primera vez llega a nuestro cole de Infantil y también ahora el de ellos.
En ella informaremos sobre el planteamiento de este nuevo curso escolar, asi como la presentación de las tutoras del nivel.
Rogamos vuestra asistencia, ya que trataremos temas de interés para todos/as; la misma tendrá lugar en el edificio de Infantil.
Por favor, acudir a la reunión sin menores, ya que se aburrirán y dificultarán la misma.
Aprovecho para desear tanto a maestros/as, familias como a todo el alumnado, que son los verdaderos protagonistas, un buen curso escolar 2010/2011. Un saludo

PERIODO DE ADAPTACIÓN

de Inma el 3 de septiembre de 2010 12:56 horas

"Hola, soy madre trabajadora y se lo que es pasar por un periodo de adaptacion. En la experiencia con mi primera hija "sacrifiqué" parte de mis vacaciones para dedicarlas a la adaptacion, pero no fue un sacrificio, fue para beneficio de mi hija. Este año entra en el cole mi 2ª hija y tampoco hay periodo de adaptacion, pero me estoy informando de si yo como madre tengo derecho a solicitarlo. No sé realmente cuáles son los motivos por los que el colegio ha decidido que este año no exista p.d.a.
Lo que si me gustaría decir, que cada niño es diferente, que en numerosas ocasiones los subestibamos,que nos sorprenden y a lo mejor se adaptan mejor de lo que esperamos, pero que no dejan de ser criaturas de 3 años, el que los tenga, y yo personalmente prefiero darle a mi hija una oportunidad para que la adaptación sea de la manera menos traumatica."

Se que esta no es la opinión general de la familia, y que por motivos de trabajo muchos padres y madres no tienen con quien dejar a sus hijos durante el tiempo que duraba el periodo de adaptación. Se que la administración en un intento por conciliar la vida familiar y laboral,ha eliminado de un plumazo este periodo, para los niños y niñas que acceden por primera vez a un centro educativo.

Solo espero que conciliar la vida familiar y laboral no sea una vuelta atrás en educación y un aumento del tiempo que los niños y niñas pasan fuera de su casa y sin la presencia de sus padres y madres. La administración y la empresa han de entender que conciliar vida laboral y familiar es poder compatibilizar un trabajo con la labor de madres y padres, es poder tener tiempo para atender a las necesidades de afecto y educativas de los hijos que libre y voluntariamente hemos tenido, es pasar mas tiempo con nuestros hijos e hijas. Siento que durante la etapa de 0 a 6 años los niños y niñas pasen mas tiempo en instituciones educativas, asistenciales, con niñeras, con los abuelos ... que con las figuras que realmente necesita sus padres y madres.

lo siento por los niños y niñas de tres años que han de pasar por un mal momento en su incorporación al colegio, que no podrán ser atendidos como necesitan y que sufriran los efectos de una mala adaptación durante muchos meses.